Sergio Saad
FUERA DE FOCO
Actualizado: 9 ago
Tengo el cuerpo afuera del barco. Sé que si la botavara toca el agua, literalmente, salgo volando. El viento sube de intensidad. Ya soplan 24 nudos. El Laser deja una estela impresionante. Me cuesta sostenerlo. La ola pega de frente. Mientras estoy colgado, pienso que mi error es pegarle así. De lleno. A lo bestia.
Entonces, empiezo a mover el cuerpo. Después empiezo a filar y cazar la escota, en forma milimétrica. A veces, el velero se desvía demasiado y lo pateo para enderezarlo. No dejo que se clave en la ola. La proa no apunta directamente al objetivo, constantemente varía el rumbo. Promedia la marca.
Dejó de ser un esquema rígido, ajustado, manteniendo un rumbo fijo; para ser un esquema dinámico, flexible. Donde el cuerpo, el timón y la vela se adaptan al movimiento del oleaje.
Aunque parezca fuera de foco, resulta más efectivo. Además, es mucho más entretenido.
A este esquema me tengo que acostumbrar.
En el agua y en la vida.
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